martes, octubre 14, 2008


Como un pintor que llega a su casa tras una mala noche
y extiende su brazo de color sobre un muro.
Como el inicio de un gran viaje.
Como el cielo de una ciudad a las cero horas de un primero de enero...
Percibo la des-contención en el aire
y la respiro exhalando lentamente.

Esta noche todo puede ser...
Los contornos se desvanecen,
las estructuras se vuelven relativas.
La locura inminente se ríe del barco que mira por la ventana,
mientras avanza veloz por los aires,
yo también lo contemplo en paz,
sospechando que es mi dedo el que solemnemente lo guía.