lunes, agosto 30, 2010

Tortuoso camino del autodescubrimiento.

Si partimos de la base de que “entre más sé de algo menos lo conozco”, es decir entre más quiero acercarme a un objeto de interés, más rugoso se va tornando… ¿qué pasa con el autoconocimiento?
Cada vez que uno identifica más propiedades de alguna cosa, cada uno de esos aspectos, recién enlazados al primero, está relacionado con otros más, creando desde la imagen de un simple punto, varios vectores emergentes de distintas líneas, todas originadas desde el primer punto. Se convierte en una nueva realidad compleja… ¿pero disminuye nuestra posibilidad de abordarla?
En el caso de uno frente a la vida, cuando nos vemos en situaciones nuevas, y evaluamos y juzgamos la reacción que uno presenta frente a las mismas, va abriendo nuevas puertas y asignando nuevos significados a lo que “uno es”… a veces uno mismo se sorprende y redescubre. Pero, qué efecto tiene ese nuevo descubrimiento en nosotros, podemos vivir con esa emergente verdad, asumirnos a nosotros mismos actuando como lo hicimos o lo hacemos frente a ese nuevo dilema. Sospecho que eso puede ser para algunas personas algo aterrador. Por ello existen ideas y instituciones que cumplen el rol de disminuir estas incertidumbres, otorgando marcos referenciales de cómo actuar, alguien ya lo pensó y descubrió qué era lo correcto, por eso para qué desviarse, lo ya establecido tiene razón de ser, o nos conviene creer en eso, y no sumergirse en abismos internos que no nos llevan a ningún fruto externamente apreciable.