
Oh!! Nube gris que ensombreces el suelo a través de mi ventana….
Quisiera saber, ¿Es ésto la lucidez o el delirio?
Nuevamente y producto de un “cabeceo de micro” (dijo el hombro machucado)
te encuentro aquí… sin recordar qué eres.
Detenidamente te observo y trato de recordarlo…
al parecer no estoy “bien parada” (piensa la moto estacionada al centro de la avenida).
Quedo inmóvil y te miro.
Algo se revuelve dentro de mi, desbalanceando todo lo impuesto y lo por imponer…
Sin embrago no recuerdo!
Enmarañada y enmudecida te aprieto fuerte con mi puño, siento tu tibieza…
Y al mismo tiempo entristecida te envío sin envoltura junto a un histérico historiador que canta un hipócrita himno hipnótico a un vertiginoso viaje….
Tu reclamas reciprocidad, te reclinas ante mi como un recluta y me recriminas….
Y yo aun sin recordarlo y como en un reflejo me relajo y recorro tus relieves.